Nuestra historia
UN LEGADO BORDADO CON AMOR
Las manos que hoy crean cada pieza en Lola Peña aprendieron del arte más puro: el amor de una madre.
Nohora Cristina Peña Ruiz, abogada de profesión pero diseñadora en cada latido de su corazón, sembró en nosotros pasión, atención al detalle y la convicción de que podemos crear historia.
Cuando fundamos Lola Peña, no creamos simplemente una marca de accesorios. Construimos un puente hacia su legado, una forma de mantener vivas sus enseñanzas y compartirlas con el mundo.
Más que accesorios: pequeñas obras de arte
En nuestro taller, cada hilo se selecciona con el mismo cuidado con el que mi madre elegía sus palabras de aliento. Cada piedra se coloca con la misma precisión con la que ella nos guiaba en todos los momentos de la vida.
No vendemos simplemente accesorios bellos. Creamos piezas que transforman, que elevan, que cuentan historias. Porque así era ella: transformadora, elevadora, creadora de historias a través del amor.
El cuidado en cada detalle
Quienes conocieron a Nohora Peña hablan de su extraordinaria capacidad para ver belleza donde otros no la veían, para transformar lo ordinario en excepcional. Ese es el espíritu que impregna cada creación de Lola Peña.
Cuando llevas una de nuestras piezas, no solo luces un accesorio hermoso – portas una historia de amor, un fragmento de un legado que nunca se desvanecerá.
Un bordado que continúa
Lola Peña es más que una empresa. Es una promesa que hacemos cada día: mantener viva la magia que mi madre compartió con nosotros, extendiendo sus enseñanzas a través de cada obra que sale de nuestras manos.
Gracias por ser parte de esta historia. Con cada pieza que eliges, ayudas a que este legado de amor, creatividad y belleza siga creciendo, puntada a puntada.